Además de tomar medicamentos, es posible que una parte importante del tratamiento del lupus implique hacer importantes cambios en el estilo de vida del afectado. Un niño con lupus puede aprender a controlar su enfermedad para minimizar el impacto que ésta pueda tener sobre su vida.
A veces, el niño dispondrá de un equipo de profesionales de la salud, que podría estar integrado por un reumatólogo, un nefrólogo (médico especializado en problemas renales), un enfermero, un trabajador social, un fisioterapeuta y especialistas en la salud mental. Este equipo se encargará de elaborar un programa de tratamiento especial basado en las necesidades individuales de ese niño en particular.
El niño, sus padres y su equipo médico trabajarán conjuntamente para controlar los síntomas del lupus y prevenir sus brotes. Un brote, también conocido como "crisis", "ataque" o "episodio", es un período de tiempo donde empeoran los síntomas de la enfermedad. Durante los brotes, el niño se puede sentir mucho más cansando y enfermo tener más fiebre y más molestias que de costumbre. También se pueden dañar importantes órganos corporales.
A muchos niños con lupus, el hecho de prestar atención a lo que hacen cada día, les puede ayudar a prevenir posibles crisis. Un niño con lupus necesita descansar lo suficiente, evitar ajetrearse y/o estresarse demasiado y tomar los medicamentos cuando le toque.
Los hábitos de alimentarse bien y de hacer ejercicio con regularidad, aparte de ser una buena recomendación para cualquier niño, también pueden ayudar a evitar gran parte de los brotes.
En lo que se refiere a mantenerse sano, a veces las cosas que los niños con lupus no pueden hacer son igual de importantes que las que pueden hacer. Los reumatólogos recomiendan que la gente con lupus no pase tiempo al sol a menos que lleve abundante protección solar y prendas de ropa protectoras, puesto que los rayos ultravioletas le podrían desencadenar brotes de lupus. Las conductas de fumar, beber alcohol y consumir drogas son nocivas para un niño con lupus, como lo son para cualquier niño.
Si se medican de la forma adecuada y siguen hábitos saludables, los niños con lupus pueden seguir yendo al colegio, participar en muchas actividades, hacer deporte y salir con sus amigos.
Si sabes de un amigo o compañero de clase que tiene lupus, es posible que a veces no se encuentre bien y tenga que faltar a clase. Sería genial que te mostraras comprensivo con él.
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