Existe otro tipo, la inflamación crónica autoinmune, en
donde el sistema inmune ataca los tejidos sanos, como en los casos de diabetes
tipo 1, artritis reumatoide, lupus, etc.
En la actualidad se a reconocido el aporte importante de la
comida en las enfermedades, además del poder curativo que poseen algunos
alimentos.
Es el caso de la denominada dieta anti-inflamatoria, creada
por el estadounidense Andrew Weil, médico y biólogo de la Universidad de
Harvard, y especialista en medicina integrativa, quien postula que la
inflamación crónica que ocurre al interior del cuerpo producto de factores como
el estrés, la falta de ejercicio, la predisposición genética o la exposición a
toxinas, y también a malas elecciones en los alimentos que se consumen,
perjudica al organismo y causa enfermedades cardíacas, cáncer e incluso
Alzheimer.
Así, Weil está convencido de que ciertos alimentos pueden
combatir esta inflamación sistémica y en su dieta promueve su consumo. "Su
intención (de la dieta anti-inflamatoria) no es ser un programa para perder
peso (aunque las personas pueden perder y pierden peso con ella), ni es un plan
para seguir durante un limitado período de tiempo. Más bien, es una forma de seleccionar
y preparar los alimentos sobre la base del conocimiento científico respecto a
cómo ellos pueden ayudar al cuerpo a mantener una salud óptima. Junto con
influir en la inflamación, esta dieta provee energía constante y variadas
vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, fibra dietética y
fitonutrientes protectores", sostiene el médico en su página web. (Fuente:
Emol)
Esta dieta actúa en contra de la inflamación crónica, causa
de muchas de nuestras enfermedades. La idea es estabilizar el azúcar en la
sangre comiendo alimentos de un índice glucémico bajo, carnes de todas las
clases (las de pastoreo son altas en omega-3, las alimentadas con granos son
altas en omega-6), con grasas saludables, tomando abundantes líquidos y comiendo
verduras y frutas de bajo índice glucémico.(Fuente: Terra)
La dieta anti inflamatoria proporciona un equilibrio
saludable entre grasas omega-6 y omega-3. La gran mayoría de la gente come
exceso de grasas omega-6, de las que el cuerpo produce compuestos tipo hormonas,
llamados eicosanoides, que provocan inflamación crónica. Las grasas pro
inflamatorias omega-6 son principalmente los granos y aceites de granos como
los de soja, de girasol, maíz, palma, etc.
Cómo combatir la
inflamación
- Hacer ejercicio, la panacea antiinflamatoria.
- Perder Peso. Mantener un peso saludable reduce los niveles
de inflamación en el organismo.
- Dormir. La falta de sueño causa inflamación crónica.
Incluso pequeñas faltas de sueño disparan un mecanismo celular en el que
interviene la inflamación.
- Vitamina D. Aún pequeñas cantidades de vitamina D pueden
ayudar a reducir la inflamación y los riesgos de enfermedades degenerativas. 20
minutos de sol al día son suficientes para mantener unos niveles aceptables de
vitamina D.
- Tomar aceite de pescado con omega-3 o aceite de krill. El
aceite de pescado es altamente desinflamatorio y compensa los efectos
inflamatorios del omega 6 de la dieta. Puedes encontrarlo en forma de cápsulas
en farmacias y tiendas de alimentación natural.
- Dejar de Fumar. Fumar es la causa prevenible más
importante de enfermedad y de muerte prematura. Pero además, fumar dispara una
respuesta inmunológica del cuerpo que produce herida vascular, lo que se asocia
con mayores niveles de marcadores inflamatorios.
- Beber té. El té verde, pu-erh o blanco es una fuente de
antioxidantes naturales como los polifenoles (EGCG) uno de los más potentes.
Compra té de buena calidad para asegurarte la calidad de los antioxidantes.
- Utilizar hierbas aromáticas y especias. La mayoría tienen
un alto contenido en fotoquímicos y antioxidantes con propiedades
antiinflamatorias. Las mejores son el jengibre, el romero, ajo, orégano, curry
y cúrcuma. (Fuente: Terra)
- Carbohidratos: preferir los productos menos refinados y
menos procesados, con una carga glicémica baja. También evitar aquellos
elaborados con harina de trigo y azúcar, como el pan y la mayoría de los
snacks. Consumir más granos enteros (arroz integral), porotos y camote. Cocinar
la pasta al dente y evitar productos hechos con mucha fructosa como el jarabe de
maíz.
- Grasas: reducir la ingesta de las saturadas como la
mantequilla, crema, queso alto en grasa, pollo con piel y carnes grasas.
Preferir el aceite de oliva extra virgen para cocinar. Evitar estrictamente la
margarina y manteca vegetal, y todos los productos que los tengan como
ingredientes. Incluir en la dieta paltas y frutos secos, en especial nueces,
castañas de cajú y almendras. Para obtener los ácidos grasos omega 3 comer
salmón, sardinas, arenque, bacalao negro, huevos, y semillas de cáñamo y
linaza.
- Proteínas: disminuir el consumo de proteína animal
-excepto la proveniente del pescado, queso de buena calidad y yogurt- y
aumentar la vegetal, como la de los porotos.
- Fitonutrientes: protegen contra las enfermedades
relacionadas con la edad (cardiovasculares, cáncer y neurodegenerativas). Para
incorporarlos a la dieta se recomienda comer gran variedad de frutas, vegetales
y hongos, en lo posible de origen orgánico. Asimismo, alimentos de soya y
chocolate negro (con un contenido mínimo de cacao de 70%) con moderación.
(Fuente: Emol)
Importante:
- Comer de forma variada.
- Optar por los alimentos frescos.
- Minimizar el consumo de productos procesados y comida rápida.
- Ingerir abundantes frutas y vegetales ojalá de colores intensos (naranjo, amarillo y verde oscuro).
- Ingerir abundantes frutas y vegetales ojalá de colores intensos (naranjo, amarillo y verde oscuro).